«Terreno donde se cultivan plantas con fines ornamentales». Las otras dos acepciones que da la RAE no son tan apropiadas, ya que ni retrete ni mancha. Dícese también de aquel lugar real o imaginado, en el que nos metemos por nuestro propio pie pero del que raramente podemos salir sin ayuda. Magnífico sitio para perderse, si es en compañía mejor.