El administrador de la finca de Montescorial se pone en contacto con nosotros para encargar un proyecto para conseguir un jardín más sostenible dentro de un área de la urbanización que comprende cerca de 72.000 m2, de los cuales 46.000 m2 son de áreas verdes.

Las áreas verdes de la urbanización se caracterizan por el dominio de las praderas, cuya gran extensión obliga a una dedicación exhaustiva y casi exclusiva del equipo de jardineros, en detrimento del cuidado de otras zonas como arriates arbustivos y plantaciones de rosales, además de costar a la comunidad muchos miles de euros anuales en agua. Todo este esfuerzo dedicado a sostener una situación que simplemente no es sostenible, dado los cambios que estamos sufriendo en los patrones climáticos, con temperaturas cada vez más elevadas y pluviometrías cada vez más bajas. La comunidad de Madrid en repetidas ocasiones estos últimos años ha señalado la necesidad de reconvertir las praderas de los jardines en otras zonas verdes más sostenibles, incluso llegando a prohibir la implantación de nuevas praderas en muchos casos obvios, por ejemplo rotondas.
En este sentido y editados por la Comunidad, circulan por la web un par de pdfs muy interesantes que podéis ojear si estáis interesados en el tema. Uno se titula «Guía del jardín sostenible. Mucho más que un jardín.» Y otro se llama «Criterios para una jardinería sostenible en la ciudad de Madrid.»
Hay muchas opciones para sustituir las dichosas praderas por otros espacios más sostenibles e igualmente agradables y adecuadas al disfrute, la contemplación y el paseo. Vamos a enumerar unas cuantas:
+ Plantaciones de especies arbóreas resistentes a la sequía. Entre algunas de las especies arbóreas que pueden aguantar bien con poca agua y que podemos plantear para restar espacio a las dichosas praderas podemos enumerar algunas como almendros, granados, cerezos, ciruelos, perales, coulterias, cotinus, madroños, almeces, olivos, cipreses, catalpas… Todos ellos de pequeño porte y adecuados para parques y jardines. Muchos de ellos caducos, con lo cual nos permiten disfrutar de la sombra en verano y del sol en invierno, además ayudarán a que nuestros amigos los pájaros se sientan más en casa.

+ Plantaciones de arbustos xerófitos. La lista puede ser interminable pero algunos de los más usados en la jardinería actual pueden ser eleagnus, fotinias, forsitias, durillos, pitosporum, madreselvas, hiedras, hipericum, lavandas, membrilleros, chamaerops humilis, mundillos, nandinas, celindos, adelfas, espireas, cotoneaster, piracantas, stachys, abelias, romeros, gauras, juníperus, enebros, jaras, etc…

+ Introducción de espacios de uso lúdico. Pocas cosas pueden igualar el deleite de tumbarse al sol en una pradera verde, fresca y mullidita, pero también hay otras cosas en la vida, y hoy en día cada vez se da más importancia a otros espacios de uso lúdico en la concepción y diseño de las áreas verdes. Zonas para escalar, zonas para patinar, gimnasios al aire libre, columpios, zonas de juegos… hay muchas opciones y todas aportan nueva vida y atraen a diferentes colectivos al tiempo que ayudan a que muchas personas se relacionen y dispongan de un espacio para el disfrute de otras formas de ocio más sano.
Si todavía estás empeñado en plantar una pradera o en mantener la pradera que tienes, ten en consideración que hay céspedes que aguantan mejor que otros el stress hídrico (festucas, poas. agrostis, etc..) y que cuanto más bajamos la altura de siega más agua tendremos que aportar al mismo, por lo que una buena elección de la semilla y una altura de corte elevada, no te darán el césped más suntuoso del mundo, pero te ahorrarán un dinerito en la factura del agua, y ayudará también a una mejor uso de los recursos hídricos que al fin de cuentas son de todos nosotros.